El sol es necesario para la vida y para nuestra salud. Entre otras razones porque es la mayor fuente para sintetizar vitamina D, que calcifica los huesos. La exposición al sol implica beneficios importantes en nuestro cuerpo, aunque un exceso de exposición tiene riesgos. Así pues, insistimos en qué hay que cuidar la piel en verano y en qué el sol hay que tomarlo siempre con moderación y con sentido común, adecuando la duración y la frecuencia de la exposición a la intensidad de la luz solar y a la sensibilidad de tu tipo de piel.
Por un lado, la exposición solar en su justa medida mejora la circulación. Incrementa la hemoglobina de la sangre y disminuye la presión sanguínea. Como se ha comentado, promueve la síntesis de vitamina D, que a su vez, incrementa la respuesta immunológica. Entre los muchos beneficios de la vitamina D están equilibrar el azúcar en sangre, contribuir a resolver resfriados, y proteger contra diversos tipos de cáncer, la osteoporosis y el raquitismo. ¿Sabías que el número de casos de raquitismo en Gran Bretaña aumenta cada vez más relacionado con el pánico al sol creado por algunos ambientalistas?
Por otro lado, debemos cuidar la piel en verano para prevenir el fotoenvejecimiento y las quemaduras que provocan la exposición solar excesiva y sin protección. En cuanto el fotoenvejecimiento, se caracteriza por la aparición de arrugas y manchas oscuras en la epidermis. Por lo que respecta a la quemaduras, ten en cuenta que no dejan de ser lesiones temporales de la epidermis, que pueden ser más leves o más graves, y que se acumulan. ¿Te suena aquello de “la piel tiene memoria“?
Cómo prevenir las manchas en la piel
Las manchas en la piel suelen encontrarse en el rostro, por ser probablemente la parte más expuesta a las radiaciones solares. En este sentido, es importante conocer las causas que fomentan su aparición. Algunas pueden ser difíciles de evitar, como las causas hormonales, la toma de anticonceptivos o de medicamentos fotosensibles o la contaminación. No obstante, podemos controlar otras, y cuidar la piel en verano evitando ciertos perfumes, conservantes o grasas sintéticas.
Para hacerlo es importante mantener la piel limpia y libre de oxidantes. En definitiva, tener una buena rutina de limpieza facial en dos pasos:
1. EXFOLIAR

2. DEPURAR


Cómo cuidar la piel en verano durante la exposición solar
Ya deberíamos saber que un buen protector solar ayuda a prevenir la aparición de manchas en la piel y su envejecimiento prematuro. Desde Mygdonia siempre os recomendaremos utilizar una crema con filtros físicos (¡no químicos!). Es decir, una crema que hidrate vuestra piel de forma natural y que aporte antioxidantes naturales y vegetales.



Además de utilizar crema solar, no está de más apelar al sentido común, con prudencia. Recuerda la camiseta, la gorra y la sombrilla, especialmente con los más peques. ¡Y a disfrutar de cuidar la piel en verano!